Rosácea: Nuevo tratamiento basado en la fluorescencia
La rosácea es una afección cutánea crónica que cursa en brotes y que se manifiesta principalmente en las zonas centrales del rostro
Las causas que la originan no están del todo claras. Existe cierta predisposición genética que conlleva una mayor reactividad de los vasos sanguíneos, y también influyen factores ambientales como el daño solar crónico o el uso de corticoides tópicos de forma continuada. Además, el ácaro Demodex folliculorum presente en la piel puede provocar una reacción inflamatoria exagerada contribuyendo también a la aparición de la rosácea.
¿Cuáles son los síntomas de la rosácea?
El enrojecimiento, la facilidad para ruborizarse, la piel sensible, los granos y las arañas vasculares.
Las formas clínicas más comunes de rosácea son:
- •La rosácea eritemato-telangiectásica, que consiste en la aparición de rojez intermitente o persistente en la zona de las mejillas, la frente o el mentón, acompañada de telangiectasias o capilares dilatados.
- •La rosácea pápulo-pustulosa, caracterizada por brotes de pápulas y pústulas, con lesiones similares al acné, aunque a diferencia de éste no presenta comedones.
- •La rosácea finomatosa, que se puede observar en estadíos finales y graves de la enfermedad y consiste en un engrosamiento permanente de una zona de piel afectada. Es más frecuente en varones, y la localización más habitual es la nariz (rinofima).
- •Existe también una variante de rosácea ocular, en la que aparece enrojecimiento y picor en los ojos.
Existen además otras variantes menos frecuentes: la rosácea granulomatosa y la rosácea fulminante.
¿A cuánta gente afecta?
Es difícil estimar el total de población afectada, pero se sitúa en torno al 1-10% de la población. Es más frecuente en personas del norte o este de Europa.
¿A quién suele afectar?
Es una afección que puede aparecer a cualquier edad, pero especialmente en adultos de entre 30 y 50 años.
Es más frecuente en mujeres y en personas de piel clara o fototipos bajos (I y II).
Un tercio de los pacientes presentan antecedentes familiares.
La rosácea puede minar la autoestima y la confianza de los pacientes e incluso puede suponer un obstáculo en la vida cotidiana de quienes la padecen.
¿En qué consiste su tratamiento?
El tratamiento de la rosácea incluye una serie de medidas generales para evitar los factores desencadenantes: el frío, cambios bruscos de temperatura, calor excesivo, corticoides, alcohol, entre muchos otros. Además, es conveniente utilizar protector solar a diario, y el uso de cosméticos específicos tanto de higiene como hidratantes que incluyan sustancias vasoconstrictoras y que reduzcan la reactividad vascular.
El tratamiento debe ser seleccionado en función de su forma clínica y gravedad. En muchos casos para obtener los mejores resultados será necesaria la combinación de distintos tratamientos: tópicos, orales, fuentes de luz o quirúrgicos.
En nuestra Clínica DermoMedic hemos incorporado un tratamiento Kleresca que es no invasivo y bien tolerado. Recurre a la fluorescencia, inspirándose en la fotosístesis y trabajando a nivel celular para reducir la inflamación.
El tratamiento se basa en la interacción entre un gel especialmente diseñado y la lámpara Kleresca. El gel contiene cromóforos que se activan con la luz de la lámpara y la convierten en energía fluorescente, que penetra varias capas en la piel y mejora la vascularización dela zona tratada, a la vez que reduce la inflamación y el enrojecimiento de la piel