Carcinoma espinocelular

Carcinoma espinocelular el segundo tipo más común de cáncer de piel.

El carcinoma espinocelular, el segundo tipo más común de cáncer de piel después del carcinoma basocelular, afecta a más de 100.000 americanos por año. Se origina en la epidermis y se asemeja a las células espinosas que comprenden la mayor parte de las capas exteriores de la piel. El carcinoma espinocelular puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, aun en las membranas mucosas, pero es más común en las zonas expuestas al sol.

Si bien los carcinomas espinocelulares por lo general crecen solo en la epidermis durante algún tiempo, si no son tratados pueden eventualmente penetrar en los tejidos subyacentes. En un pequeño porcentaje de casos, se extiende (metástasis) hacia los tejidos y órganos distantes. Cuando esto sucede pueden ser fatales. Los carcinomas espinocelulares que se diseminan por metástasis generalmente se originan en zonas que presentan un cuadro inflamatorio crónico de piel, en las membranas mucosas o en los labios.

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Causas carcinoma espinocelular

La mayoría de los casos de carcinoma espinocelular son causados por la exposición crónica al sol. Esta es la razón por la cual los tumores aparecen con mayor frecuencia en las partes del cuerpo que reciben los efectos del sol, como la cara, el cuello, el cuero cabelludo (en casos de alopecia), las manos, los hombros, los brazos y la espalda. El borde de la oreja y el labio inferior son especialmente vulnerables al desarrollo de este cáncer.

Los carcinomas espinocelulares también pueden aparecer en lugares donde la piel haya sufrido algún tipo de daño: quemaduras, cicatrices, úlceras que permanecieron un largo tiempo, áreas anteriormente expuestas a rayos X o a ciertas sustancias químicas (tales como derivados del arsénico y el petróleo). También una inflamación crónica de la piel, alguna medicación o enfermedad que inhiba al sistema inmunológico durante un periodo prolongado, pueden facilitar el desarrollo del carcinoma espinocelular.

En ciertas ocasiones, este carcinoma surge espontáneamente en pieles que aparentan ser normales, sanas y sin lesiones. Algunos investigadores creen que existe un factor hereditario en el desarrollo de este cáncer.

El tratamiento consta de dos sesiones semanales, durante seis semanas. El profesional aplica el gel en la zona a tratar y lo deja en exposición bajo la lámpara durante nueve minutos.

La experiencia de los pacientes sometidos al tratamiento biofotónico del acné es positiva. Se ha destacado la comodidad y la ausencia de dolor durante las sesiones de tratamiento. Además, los pacientes han expresado su satisfacción con los resultados obtenidos, reportando una notable mejoría en la apariencia de su piel y una mayor confianza en sí mismos.

¿Quienes lo adquieren?

Cualquier persona que haya acumulado una gran cantidad de horas de exposición solar puede desarrollar un carcinoma espinocelular, pero las de piel blanca, cabello claro y ojos azules, verdes o grises tienen un riesgo mayor. Aquellos individuos que deben permanecer durante muchas horas al aire libre por sus trabajos, o que pasan mucho tiempo libre al sol presentan un riesgo particular.

Los individuos de piel oscura de descendencia africana, tienen muchas menos probabilidades de desarrollar un cáncer de piel que los de piel clara. Sin embargo, más de dos tercios de los casos de cáncer de piel que presentan son carcinomas espinocelulares, que surgen generalmente en áreas donde la piel tuvo algún trastorno inflamatorio previo o sobre lesiones por quemaduras.

Trastornos precancerosos

Se deben destacar ciertos trastornos precursores, algunos de los cuales son resultado del daño solar prolongado. A veces se los asocia con el posterior desarrollo de un carcinoma espinocelular. Estos son:

Tipos de tratamientos

Después del examen médico, se realizará una biopsia para confirmar el diagnóstico de carcinoma espinocelular. Esto significa que se extraerá un trozo de tejido afectado y se lo examinará al microscopio. Si presenta células tumorales se requiere de un tratamiento, que es generalmente quirúrgico.

Afortunadamente existen diferentes métodos eficaces para erradicar al carcinoma espinocelular. La elección del tratamiento dependerá de la clase de tumor, su tamaño, ubicación y profundidad de penetración, así como también de la edad del paciente y su estado general de salud.

El tratamiento casi siempre se puede realizar sin hospitalización, en el consultorio del médico o en una clínica, y se utiliza anestesia local para la mayor parte de los procedimientos. La mayoría de las técnicas habitualmente producen un mínimo dolor o molestia, y rara vez existe un malestar significativo después del tratamiento.

No es un cáncer poco importante

El carcinoma espinocelular casi siempre se puede curar cuando se detecta en su etapa inicial. Sin embargo, cuanto más haya crecido el tumor, más extenso será el tratamiento necesario. Los tumores localizados que no son tratados de inmediato pueden dar como resultado la pérdida del miembro afectado, por lo que la detección temprana es decisiva. Debido a que la mayoría de las opciones de tratamiento cortan la piel, se debe tener en cuenta que la extracción del tumor dejará una cicatriz. Cuando se extrae el tumor pequeño, el resultado estético es por lo general bastante aceptable. La remoción de un tumor más grande sin embargo, suele requerir de una cirugía reconstructiva que implica la aplicación de un injerto de piel o colgajo para cubrir el defecto.

Posibilidad de recidiva

La persona que haya tenido un tumor espinocelular tiene una probabilidad aumentada de desarrollar uno nuevo, ya que el daño solar que la piel ha recibido no se puede revertir. También existe una mayor probabilidad de desarrollar un carcinoma de este tipo si se tuvo un carcinoma basocelular, debido a que ambos tipos de cáncer de piel son generalmente causados por una exposición solar excesiva.

Aunque el tumor espinocelular haya sido cuidadosamente extirpado, puede aparecer otro en el mismo lugar o en una zona cercana. Dichas recidivas habitualmente suceden durante los primeros dos años subsiguientes a la cirugía. Son especialmente propensos a recidivar los carcinomas en la nariz, orejas, y labios. En caso de que esto ocurra, el médico puede recomendar un tipo de tratamiento diferente la segunda vez. Algunos métodos (como la cirugía microscópica de Mohs) pueden ser más eficaces que otros en este tipo de casos.

Es importante examinar el cuerpo entero periódicamente para buscar signos que nos adviertan sobre el crecimiento de un carcinoma espinocelular. La posibilidad de una recidiva obliga a prestarle particular atención a cualquier zona previamente tratada. Cualquier cambio que se note debe ser visto de inmediato por un médico, preferentemente un especialista en enfermedades de la piel. Aunque no se descubran signos sospechosos, las consultas periódicas de control son una parte esencial del cuidado luego del tratamiento.

Diagnóstico de la enfermedad

El diagnóstico de este tipo de cáncer se suele realizar a través del diágnostico diferencial clínico y del diagnóstico diferencial histológico del paciente. Prácticamente en ningún caso se usa el dermatoscopia.

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