“Queratosis Actínicas. Lesiones precancerosas frecuentes. Utilidad de la Terapia Fotodinámica en su tratamiento”
Qué es la queratosis actínica
La queratosis actínica es una lesión cutánea que tiene como causa la exposición prolongada a la radiación ultravioleta, como tomar el sol, ejercer profesiones al aire libre o frecuentar el solárium. El tipo de piel y factores genéticos influyen también en su aparición.
Son lesiones frecuentes que pueden afectar en zonas del hemisferio sur hasta al 40-60% de las personas de más de 70 años con piel clara[i] . Es imprescindible tratarlas ya que se consideran una fase previa del cáncer de piel llamado carcinoma espinocelular, que puede poner en riesgo la vida. Puede evolucionar hacia éste en un 5-20% de los pacientes en periodos de seguimiento de 10-25 años[ii].
Las queratosis actínicas suelen manifestarse como lesiones múltiples, caracterizadas por una zona de piel áspera, de color rojizo o amarronado y con formación de costras o escamas. En ocasiones las lesiones se hacen muy hipertróficas con formación de grandes costras o se oscurecen lo que obliga a distinguirlas de otras lesiones pigmentadas como el carcinoma basocelular pigmentado o el melanoma maligno.
La queratosis actínica se produce sobre todo en las zonas de piel más expuestas al sol como la cara, el cuero cabelludo, el dorso de las manos y el escote. La zona corporal que presenta la lesión se encuentra dentro de lo denominado como “campo de cancerización” en el cual la piel que rodea a la queratosis actínica tiene daño solar y puede mostrar las mismas alteraciones genéticas y por tanto desarrollar en el futuro una queratosis actínica.
Los pacientes que tienen más riesgo a desarrollar queratosis actínicas son aquellos de piel clara y expuestos a la luz solar durante periodos de tiempo prolongados. En los últimos años la incidencia ha aumentado, por la tendencia a realizar actividades al aire libre. En pacientes trasplantados o sujetos a tratamientos inmunosupresores es más frecuente que aparezcan este tipo de lesiones por lo que deben someterse a exploraciones periódicas. También son personas de riesgo aquellas que han presentado ya queratosis actínicas y si padecen ciertas patologías hematológicas.
Diagnóstico de las queratosis actínicas
El diagnóstico es fundamentalmente clínico, con la exploración de las áreas expuestas al sol para buscar otras posibles queratosis actínicas.
Algunas técnicas diagnósticas han aportado valor para el diagnóstico como la dermatoscopia, que permite diferenciarlas de otras lesiones tumorales.
La microscopia confocal ha demostrado gran sensibilidad y especificidad en el diagnóstico, pero es más utilizada en el campo de la investigación que en la práctica clínica.
En el caso de que haya dudas en el diagnóstico y, ante la sospecha de que se haya transformado en una lesión invasiva, la queratosis actínica debe ser biopsiada.
Terapia fotodinámica
La terapia fotodinámica consiste en la aplicación de un fotosensibilizante tópico que, tras la iluminación con un determinado tipo de luz, destruye selectivamente las células tumorales.
Para realizar la técnica primero se retiran las escamas y la capa córnea de la zona afectada. A continuación se aplica el gel con el principio activo y se deja actuar unas tres horas cubriéndolo con una gasa o una película protectora. El principio activo se absorbe sobre todo por las células enfermas y se transforma en una molécula sensible a la luz roja. Tras unas tres horas de actuación, se ilumina la zona durante 10-20 minutos con una luz roja que produce la destrucción de las células tumorales, estimulando también la producción de colágeno en la dermis. Durante y poco después del tratamiento, puede producirse cierto dolor localizado originado por la destrucción de las células enfermas. A causa del tratamiento se produce durante unos días una inflamación de la piel.
Las principales ventajas de esta técnica son varias. En primer lugar su alta eficacia. Aunque ninguna de las formas de tratamientos garantiza una curación total, la mayoría de los pacientes sometidos a terapia fotodinámica han dejado de presentar lesiones cutáneas. Los resultados cosméticos son netamente superiores a otras terapias sin originar cicatrices o manchas permanentes. Otra de las ventajas es el tratamiento completo de todo el área de cancerización, que permite eliminar pequeñas lesiones dispersas que ni siquiera son externamente visibles.
Jose Luis López Estebaranz
[i] Management of actínica keratosis: a practical report and treatment algorithm for AKTeam expert clinians. Dreno B, Amici JM, Basset-SeguinN, Cribier B, Cludel JP, Richard MA. JEADV 2014; 28:1141-9
[ii] Progession of actinic keratosis to squamous cell carcinoma revisited: clinical and treatment implications. Feldman SR et al. Cutis 2011: 87: 201-207.