¿Qué es HIFU? Conozca cómo esta tecnología puede mejorar su piel.
El término HIFU se origina del acrónimo inglés ultrasonido microfocalizado (“High Intensity Focused Ultrasound”). Es una tecnología estudiada en Medicina desde 1942, con amplias aplicaciones en urología, neurología, oncología y rejuvenecimiento facial. Está basada en la aplicación de ondas de ultrasonidos dirigidas a un foco.
Ultrasonidos son ondas sonoras que tienen frecuencias por encima del umbral de la audición humana (>20 kHz). Cuando es convergida en un foco, la energía de las ondas de ultrasonidos puede ser utilizada para alcanzar un tejido específico.
En la piel, los HIFU actúan en distintas capas del tejido. Cuando son aplicados más superficialmente, generan microfocos de coagulación de aproximadamente 65oC, lo que estimula la producción de colágeno. Por eso, es posible tratar arrugas finas y mejorar el aspecto de la piel. Su aplicación en capas intermedias alcanza la grasa, lo que permite un efecto bichectomía-like y el tratamiento de la papada. Cuando aplicado a mayores profundidades, las ondas de los HIFUs llegan al SMAS, un complejo de fascia y músculos faciales. La contracción de este tejido permite tratar la flacidez cutánea, generando un tensado facial.
La última generación de HIFU incluye cabezales en forma de lápiz, como es el caso de Lifteraâ, que permiten el acceso a zonas delicadas y posibilita esculpir el rostro con mayor precisión. La ventaja es que su tecnología con disparo digitalizado hace posible la aplicación sin anestesia, mientras el paciente no guarda ningún tiempo de reposo o inactividad. Además, este tratamiento se puede combinar con rellenos de ácido hialurónico, bioestimuladores de colágeno y diferentes tipos de láseres.
Dra. Keila Mitsunaga. Dermatóloga.
Clínica Dermomedic