La Vitamina F y los cuidados de la piel
Qué es la Vitamina F y qué puede hacer por tu piel
El listado de ingredientes cosméticos es incalculable y la sociedad está cada vez más concienciada con la fórmula de su rutina de cuidado facial. Hoy os hablamos sobre la Vitamina F. Un principio activo que regula la descamación de la piel. Es ideal para épocas como el invierno y para pieles secas y muy secas.
Qué es la Vitamina F
La Vitamina F es un ácido graso que funciona como restaurador de la barrera hidrolipídica de la piel. Junto a otros compuestos emolientes como las ceramidas o la fosfatidilcolina, la vitamina F o ácido linoleico, actúan como si fuera un cemento que rellena los huecos entre las células del estrato córneo (capa más superficial de la epidermis), favoreciendo la cohesión entre las células.
En qué tipo de cosmética la encontramos y cuándo se aplica
Normalmente encontraremos a la Vitamina F como parte de las fórmulas de cosméticos en crema, no como activo principal del cosmético, con el objetivo de regular la descamación de la piel. Se podría aplicar mañana y noche sin problemas.
Para qué tipo de pieles es la Vitamina F
Es ideal para pieles secas, estados descamativos de la piel; y aunque parezca contradictorio también en cremas para pieles acneicas. Las pieles acneicas tienen una carencia de ácido linoleico que afecta a la composición del sebo y favorece la inflamación del folículo, el aporte de vitamina F podría reequilibrar la porción lipídica de la barrera cutánea en estas pieles.
También encontramos la vitamina F como compuesto de activos anticaída en productos de cosmética capilar por su acción relipidizante del cuero cabelludo.
Beneficios de la Vitamina F
Mantiene en equilibrio la barrera protectora de la piel, generando una red lipídica que previene la pérdida transepidérmica de agua (TEWL), por lo que ayuda a mantener la hidratación de la piel; e impide la entrada de agentes infecciosos o irritantes reforzando la “función barrera”.
Con qué activos se puede mezclar y con cuáles no
La Vitamina F es una gran aliada de las ceramidas. No tendría mucho sentido combinarla el mismo día con exfoliantes (físicos o químicos como los AHAs o retinoides) ya que su función es restaurar estos huecos entre corneocitos y la de los exfoliantes hacer que se desprendan los corneocitos. Sí que sería útil buscar un cosmético con vitamina F, para los días de transición o descanso de los retinoides para prevenir la famosa dermatitis por retinoides.
En resumen, la Vitamina F es un valioso elixir para la piel, desempeñando un papel crucial al tejer una red lipídica que protege la barrera cutánea. Al asociarse con las ceramidas, este ácido graso no solo conserva el equilibrio y la hidratación, sino que también fortalece la salud cutánea.
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