Dermomedic - Epiluminiscencia: utilidad en el diagnóstico y seguimiento de lesiones Melanocíticas Atípicas

Epiluminiscencia: utilidad en el diagnóstico y seguimiento de lesiones Melanocíticas Atípicas

La microscopía de epiluminiscencia o dermatoscopia es una técnica no invasiva que utilizando una lente de x10-40 aumentos y una luz tangencial o polarizada permite la visualización detallada de las estructuras epidérmicas, de la unión dermo-epidérmica y dérmicas superficiales. En los últimos años ha adquirido una relevancia progresiva debido a su utilidad en el diagnóstico y diferenciación de las lesiones pigmentadas cutáneas y fundamentalmente para el diagnóstico precoz del melanoma.

En manos expertas esta técnica permite aumentar la precisión diagnóstica en el melanoma un 15% frente al diagnóstico clínico macroscópico en personas entrenadas.

Además la introducción en los últimos años de técnicas informáticas y de almacenamiento de imágenes ha aportado un valor añadido a esta técnica al permitir un estudio comparativo y de seguimiento objetivo en personas con múltiples nevus melanocíticos y alto riesgo de presentar melanoma.

El algoritmo diagnóstico ABCD dermatoscópico de Stolz y col. es superior al algoritmo clínico ABCD aportado por Friedman y col. para  la clasificación de las lesiones melanocíticas atípicas (TDS-índice dermatoscópico- entre 4.75 y 5.45). Un TDS> 5.45 es muy sugestivo de melanoma o lesión maligna, excepto en ciertas lesiones (nevus de spitz, nevus melanocíticos papilomatosos y congénitos, léntigos tipo ink spots, nevus spilus y agminados, que presentan otras características dermatoscópicas especiales). Además la introducción de nuevos algoritmos diagnósticos como la regla de los 7 puntos de Argenciano, el método de Menzies o el análisis por patrones dermatoscópicos de Pehamberger, permiten de forma combinada una mayor precisión diagnóstica en las lesiones melanocíticas.

Por otra parte, la microscopía de epiluminiscencia tiene una alta especificidad y utilidad en el diagnóstico de lesiones pigmentadas y no pigmentadas no melanocíticas que pueden en ocasiones plantear un difícil diagnostico clínico. El diagnóstico diferencial de lesiones como las queratosis seborreicas pigmentadas, queratosis actínicas pigmentadas, angiomas y angioqueratomas trombosados y otras lesiones cutáneas es muy precisa al utilizar la dermatoscopia. Este método diagnóstico evita con frecuencia la realización de extirpaciones o biopsias innecesarias  que con frecuencia provocan cicatrices inestéticas.

Lesiones pigmentadas melanocíticas con localizaciones anatómicas especiales en palmas y plantas o en mucosas donde la morfología clínica muchas veces es menos expresiva, la dermatoscopia permite obtener otros detalles y signos que son de gran utilidad a la hora de establecer un correcto diagnóstico.

En el seguimiento de lesiones melanocíticas múltiples y en pacientes de riesgo es especialmente útil la realización de estudios dermatoscópicos digitalizados seriados. Cambios clínicos en lesiones melanocíticas ocurren en un porcentaje alto de casos con el paso del tiempo. Estos cambios no son siempre cambios en tamaño y en más de un tercio de los casos estos cambios sólo se aprecian dermatoscópicamente. Es por ello de gran utilidad la utilización de la dermatoscopia digitalizada. Cambios dermatoscópicos consistentes en incrementos asimétricos en tamaño, cambios de forma, regresión, aumento en el número de colores o la presencia de cambios dermatoscópicos típicos de melanoma (dots, proyecciones radiales o pseudópodos en la periferia, presencia de un velo blanquecino o gris azulado o un retículo pigmentado prominente e irregular) deben alertar sobre la posible trasformación maligna de una lesión melanocítica. Por el contrario, cambios como el aumento o disminución de glóbulos, cambios con oscurecimiento o aclaramiento simétrico de las lesiones, desaparición de puntos (dots) o la aparición de zonas marrones homogéneas sustituyendo al retículo pigmentado son cambios dermatoscópicos benignos que ocurren frecuentemente en los nevus melanocíticos comunes. Asimismo, la presencia de un anillo de glóbulos marrones ocurre en cerca del 50% de lesiones melanocíticas benignas en crecimiento (especialmente en personas jóvenes).

La dermatoscopia supone una herramienta de gran utilidad en el seguimiento y diagnóstico de lesiones melanocíticas especialmente en personas con riesgo de desarrollar un melanoma. No obstante, es una técnica que requiere ser realizada por un dermatólogo especialista en la técnica.