Dermatología Práctica

 

Actualmente se estima que entre el 80 y el 90% de la población padecerá acné a lo largo de su vida, aunque la edad de máxima prevalencia de la enfermedad se sitúa entre los 14 y los 16 años. El acné constituye el 25% de las consultas dermatológicas. En cifras absolotas, se calcula que más de 8 millones de españoles padecen acné en la actualidad.

El problema es que muchos de ellos no están siendo correctamente tratados. El 69% de las personas que sufren acné en España están en tratamiento, aunque sólo el 18% de ellos son tratados por un dermatólogo. «No siempre es necesario que el caso se derive a un dermatólogo, ya que sólo los que presentan una enfermedad grave o moderada, o que refieran complicaciones, pueden ser candidatos a acudir a las consultas de dermatología», afirmó el Dr. López Estebaranz; eso sí, subrayó, «es una enfermedad que debe tratarse siempre; no se debe considerar un trastorno fisiológico que se supera con el tiempo, sino que se debe hacer una valoración médica adecuada y fijar unas medidas terapéuticas individualizadas por part del médico general o del dermatólogo. El paciente no debe perder el tiempo en remedios caseros o curas sin base científica».
Entre las causas más frecuentes de la enfermedad, se sabe que los factores genéticos, hormonales, infecciones y/o obstructivo-foliculares pueden estar implicados en el desarrollo de la mayor parte de los casos que presentan esta enfermedad, que actualmente cuenta con un tratamiento eficaz. Por un lado, explicó el Dr. Estebaranz, «están los tratamientos peróxido, los retinoides, al antibiótico o las hormonas; por otro, los sistémicos (antiandrógenos, isotretinoína, etc.); por último otros como la fototerapia, el láser CO2, los peelings quñimicos, etc.».
Aunque menos frecuente, y más desconocido, otro trastorno dermatológico común entre los adolescentes es la hiperhidrosis. El exceso de sudoración en las palmas de las manos, de los pies y las axilas es un problema que preocupa especialmente a los adolescentes, aunque puede darse también en la edad adulta. Afecta más a los varones que a las mujeres y lo padece casi un 1% de la población. Respecto a los tratamientos, «el más revolucionario es la toxina botulínica, que alcanza una eficacia del 95%, según el Dr. López Estebaranz. Aplicada de forma intradérmica y muy superficial, no requiere normalmente anestesia (excepto en la hiperhidrosis de las manos); sus efectos duran 6 meses aproximadamente en las manos y 9 en las axilas.
Entre otros trastornos dermatológicos que cabe tener en cuenta en los jóvenes, sobre todo por su creciente impacto social, destacan los derivados de la «cultura por el cuerpo», encabezados por los tatuajes y piercings que, en muchas ocasiones, se realizaan en condiciones sanitarias inadecuadas y que en un alto porcentaje de casos pueden inducir reacciones cutáneas.