El acné pasados los 30. Claves para combatirlo
Alimentos que no debes comer para evitar el acné
26/03/2016 09:17
Los brotes acneicos en pieles adultas son cada vez más frecuentes. Su origen se encuentra en los cambios hormonales, el estrés y la polución. Tratarlos a tiempo es esencial para evitar marcas y limitar su reaparición.
Las alteraciones hormonales combinadas con el estrés son el mejor caldo de cultivo para los brotes de acné a partir de los 25 años, que afectan al 30% de las mujeres (frente al 80% de adolescentes), según un estudio de la Universidad de La Rioja y los laboratorios Uriage. Estos cambios propician la inflamación de las glándulas sebáceas con la consiguiente aparición de lesiones cutáneas -desde espinillas hasta quistes-, sobre todo en mandíbula y mentón. La polución también lo favorece al obstruir los poros. ¿Y la comida? «Los azúcares en exceso pueden incrementar su incidencia», señala Aurora Barranger. Sobre el chocolate no hay estudios concluyentes.
Limpieza, la clave
Mantener una buena higiene facial es el primer paso hacia una piel libre de imperfecciones. Aurora Barranger, experta en dermocosmética de Uriage, apuesta por «aplicar a diario agua micelar, que reduce el tamaño de los poros, y una loción hidroalcohólica dos veces por semana». En cuanto a la exfoliación en casa hay que ser cuidadoso, previene Isabel Aldanondo, del grupo de dermatología Pedro Jaén: «Es mejor la química, con hidroxiácidos yretonoides, que la mecánica (con partículas físicas)». Por último, no hay que olvidarse de que, por graso que sea, hay que hidratar el rostro.
Productos adecuados
A cualquier persona con piel grasa o con tendencia acneica le habrán aconsejado usar cosméticos no comedogénicos, que son las cremas hidratantes, antiedad o maquillajes que no ocluyen los poros. «También conviene utilizar productos ‘oil-free’, es decir, sin aceites ni grasas en su composición», apuntan desde Uriage. Estas fórmulas suelen incorporar, además, principios activos que regulan el exceso de sebo, agentes matificantes, bactericidas y calmantes de la irritación.
El arte del disimulo
Parece una ley no escrita, pero una espinilla (por no hablar de un brote acneico) siempre aparece en el momento más inoportuno… Por esta razón, aprender a disimularlas es fundamental. «El maquillaje (siempre ligero y sin ingredientes comedogénicos) ayuda a dar seguridad al tiempo que anima a la paciente a no abandonar su tratamiento», sostiene López Estebaranz. La maquilladora Natalia Belda, una de las expertas de la plataforma Tu piel y tú de Vichy, alecciona: «Primero se aplica la base con un pincel en todo el rostro y después se dan toques con una esponja en las zonas con imperfecciones más severas». Es imprescindible lavar a menudo las herramientas con agua y jabón para limitar las infecciones.
Sin huella
«Un porcentaje importante de acné leve provoca cicatrices si no se trata a tiempo», advierte el dermatólogo José Luis López Estebaranz, de la AEDV. «Apretar los granos extiende la infección y también deja marcas», añade Barranger, que recuerda la importancia del protector solar a diario. En casos severos puede funcionar un ‘peeling‘ médico, «el de ácido salicílico renueva la capa córnea, es antiinflamatorio y ayuda a eliminar las bacterias», apunta el doctor Juan Troyano, de las clínicas Mato Ansorena.
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